El sistema visceral depende de la sincronización entre los movimientos de todos los órganos y las demás estructuras corporales. Cuando un órgano no puede estar en armonía con otra víscera debido a un tono anormal, adherencias o desplazamientos, no solo trabaja en contra de sí mismo sino también en contra de las estructuras vecinas. Un campo de irritación crónica se pone en marcha y crea un camino para la enfermedad y disfunción.
La Terapia Manual Visceral se utiliza especialmente para tratar dificultades respiratorias, asma bronquitis, alergias, acúfenos.
Disfunciones de la deglución, inflamación de estómago, gastritis, náusea y reflujo ácido, estreñimiento, colon irritable, diabetes, vómitos continuos, cólico infantil, ptosis viscerales.
Dolor pélvico crónico, endometriosis, fibromas y quistes, desarreglos menstruales, efectos de la menopausia, incontinencia, disfunciones de la próstata, dolor testicular referido.
Dolores relacionados con cicatrices post-operatorio y cicatrices por infecciones.