¿Qué es la Fascia?

Comenzamos el 2014, año del caballo de madera, con este texto  que fue traducido al castellano por Julia Lucas,  del artículo publicado en Runners World.

Yo lo he traducido un poco más, tal vez ampliado ciertos aspectos y concretizado en otros. Está dentro de la página web incluso, en el apartado del mundo de las fascias.

Espero que os guste…

Bajo tu piel, a unos 2mm, se encuentra la primera capa de fascia que envuelve tu cuerpo  y conecta como si de telas de araña se tratara cada músculo, cada órgano, cada hueso, cada vaso sanguíneo y cada nervio.  Esta capa o plano fascial es una estructura de tejido conectivo que se origina ya cuando somos fetos. La fascia se compone principalmente de fibras de colágeno densas que crean un sistema de capas en todo el cuerpo, una red tridimensional como si de sábanas, cuerdas y bolsas se tratara, que se envuelven, se dividen y dan forma a músculos, huesos, nervios, vasos sanguíneos y órganos. Cada pequeña parte de ti está envuelta por en ella, comenzando por cada una de tus células. Estás protegida por la fascia, conectada por la fascia y sostenida en una  forma humana por la fascia.

¿Por qué nadie mencionó la fascia anteriormente?

Porque muchas personas no saben mucho acerca de la fascia. Ese material desordenado que es la fascia es difícil de estudiar. Es tan amplio y entrelazado que se resiste a la norma médica de ser cortado y ser nombrado en las ilustraciones de los libros de texto. Además de eso, su función es complicada, más sutil que la de los otros sistemas. Para la mayoría de la historia médica se ha asumido que los huesos eran nuestro marco, los músculos el motor, y las fascias solo el embalaje.

De hecho, la convención en disecciones de la escuela de medicina ha sido la de eliminar la mayor cantidad de la fascia como sea posible con el fin de ver lo que había debajo: “las cosas importantes”. Esa ilustración enmarcada que cuelga en la oficina de su doctor de un cuerpo humano rojo y musculoso, con los ojos abiertos es un cuerpo con su fascia eliminada, no es como eres  en el interior. Es un cuerpo sin su fascia y su tejido adiposo, así es más fácil de estudiar y es la manera como a los médicos siempre se les ha enseñado a mirar, hasta hace poco…

En 2007, el primer Congreso de Investigación Fascial Internacional que tuvo lugar en la Escuela de Medicina de Harvard, trajo consigo una nueva demanda de atención en el sistema fascial. Desde entonces a la fascia se han referido en reiteradas ocasiones como “El cuento de la Cenicienta” del mundo de la anatomía, hablando tanto de su intriga como del apasionado interés de aquellos que la estudian.

Mientras no compartas la emoción de las comunidades médicas sobre mecano transducción y las propiedades contráctiles de los miofibroblastos, piensa sobre ello de esta manera: la fascia es un jugador importante en cada movimiento que haces y en todas las lesiones que hayas tenido, pero hasta cinco años atrás, nadie le prestó ninguna atención.

Ahora se está recuperando el tiempo perdido.

Fundamentos de las fascias

¿Qué es exactamente lo que hace?

Se envuelve alrededor de cada una de sus partes internas individuales, las mantiene separadas y permite que se deslicen unas sobre otras fácilmente con cada movimiento que realizas. Es fuerte, resbaladiza y húmeda. Crea una envoltura alrededor de cada músculo, resiste al sobre-estiramiento y actúa como un freno de emergencia anatómico pues es más dura que este. Conecta tus órganos a las costillas a los músculos y todos los huesos entre sí. Estructura tu interior en una hazaña de la ingeniería, llamada tensegridad, que equilibra los factores de estrés y contra-estrés para crear una unidad de cuerpo móvil, flexible y resiliente.

“La fascia es el elemento que falta en la ecuación de movimiento / estabilidad”, dice Tom Myers, autor del aclamado libro Vías Anatómicas.

Myers fue uno de los primeros profesionales de la medicina en desafiar la ignorancia del campo de la fascia en el cuerpo humano. Él ha defendido durante mucho tiempo un tratamiento más holístico, con un enfoque de la fascia como un apreciado supervisor.

Mientras que cada anatomía enumera alrededor de 600 músculos diferentes, es más exacto decir que hay un solo músculo que se vierte en seiscientos bolsitas de la cincha aponeurótica. La “ilusión” de los músculos separados ha sido creada por el bisturí de los anatomistas, dividiendo los tejidos a lo largo de los planos de las fascias. Este proceso reductivo no nos debe cegar ante la realidad de un todo unificado”.

Pero, ¿cuáles son las nuevas noticias?

Lo que sacudió al mundo de la comunidad médica fue: la fascia no es sólo una envoltura de plástico. La fascia puede contraerse y sentir y afectar la forma en que te mueves. Es nuestro órgano sensorial más rico, posee la capacidad para contraerse independientemente de los músculos, rodea y responde al estrés sin tu orden consciente.

Esto significa que la fascia está afectando tus movimientos, para bien o para mal.

¿Qué tiene esto que ver contigo?

Coge el cuello de su camisa y dale un pequeño tirón. Toda tu camisa responde, ¿verdad? El cuello de tu camisa se detiene en la parte de atrás de tu cuello. La parte baja de atrás de tu camisa sube unos centímetros hacia arriba. Tus mangas suben y dejan libres tus antebrazos. Luego se vuelve a colocar en su lugar. Eso es un poco lo que ocurre con la fascia. Se adapta como un gigante, la camiseta que  abraza a todo el cuerpo, desde la parte superior de la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies y cruzan de ida y vuelta y por medio, y viceversa. No puedes mover sólo una parte de ella, y no puedes hacer un movimiento sin arrastrar el resto contigo.

Ahora, tira del cuello de tu camisa de nuevo, sólo que esta vez, mantenla ahí durante ocho horas. Eso es aproximadamente el tiempo que pasas inclinada sobre un escritorio o un ordenador o al volante del coche, ¿verdad? Ahora, tire del cuello 2.500 veces. Eso es aproximadamente la cantidad de pasos que darías durante una media hora corriendo. Tu camisa probablemente no estará muy presentable llegado este punto…

Afortunadamente, la fascia es mucho más dura que tu camisa, y tiene infinitamente más propiedades de auto-sanación. En su estado saludable es suave y flexible y se desliza con facilidad, lo que le permite moverse y estirarse en toda su longitud en cualquier dirección, siempre volviendo a su estado normal.

Por desgracia, es muy poco probable que tu fascia mantenga su flexibilidad forma o textura optimas. La falta de actividad consolidará las fibras, que antes eran flexibles, en una posición fija. El estrés crónico hace que las fibras se engrosen para intentar proteger al músculo subyacente. La mala postura, la falta de flexibilidad y movimientos repetitivos llevan a la fascia hacia patrones arraigados. Las adherencias se forman dentro de las fibras dañadas como arrugas o nudos en un suéter y una vez que se han formado son difíciles de eliminar.

Y, recuerda, está en todas partes. Esta red es tan continua, que si la consulta de tu médico tuviera que añadir un cartel de la verdadera anatomía humana, incluyendo las fascias, es todo lo que verías. Y dentro de toda la fascia tienes adherencias y áreas de rigidez. Es posible que tengas un montón de ellas. Sin embargo, esto no es una mala noticia. Cada pequeña lesión que hayas producido en tu fascia es reversible.

Cómo cuidar de tu fascia.

Muévela o piérdela

Las adherencias pegajosas se forman entre las superficies fasciales que no se mueven con regularidad, y con el tiempo estas adherencias llegan a ser lo suficiente fuertes como para inhibir el rango de movimiento. Tómate unos minutos a primera hora de la mañana para rodar en la cama y realmente estirar, desde la cabeza hasta los dedos de los pies, como lo haría un gato después de su siesta.

Mantenla lubricada

Al igual que todos los demás tejidos del cuerpo, tu fascia está hecha de agua. Funciona mejor, se mueve mejor y se siente mejor cuando está hidratada. Por lo tanto, ¡a beber agua!

Estira tus músculos

Cuando los músculos están crónicamente contraídos, la fascia que rodea a dichos músculos se contrae con ellos. Con el tiempo la fascia se vuelve rígida comprimiendo los músculos y los nervios.

Estira tu fascia

Una vez que tu fascia se ha endurecido no quiere soltarse. Debido a que la fascia puede soportar hasta 363kg de presión por  1 centímetro cúbico, no fuerces tu estiramiento, estira suavemente. La fascia también trabaja en ciclos como los músculos pero se contrae y se estira más lentamente.

Para estirar la fascia, mantén suaves estiramientos de tres a cinco minutos, relájate  y respira a la zona)mientras mantienes el estiramiento.

Relájate

Si te pasas todo el día tensa y contraída en un escritorio, los baños de hielo pueden no ser lo mejor para ti.  De 15 a 20 minutos en un baño de sales de Epsom caliente pueden convencer a la fascia tensionada a aflojarse, y de esta manera soltar los músculos de su territorio. Asegúrate de continuar luego con 10 minutos de actividad ligera para evitar la acumulación de sangre en los músculos. Utiliza un roller de espuma  y como en el estiramiento, utilizar un roller de espuma para tus fascias es diferente que si lo haces para tus músculos.

Sé amable y hazlo con movimientos lentos, y cuando encuentres un área de tensión, mantén la presión sostenida de tres a cinco minutos. Puedes practicar el auto-masaje con las mismas reglas.

Respeta tu cuerpo

Si estás pasando por un proceso de recuperación de una lesión, o volviendo de una cojera, ten cuidado: tu fascia responderá a tus nuevas mecánicas y, con el tiempo, incluso después de que tu lesión haya desaparecido, es posible que mantenga el mismo patrón de movimiento. Este es uno de los motivos por los que se entra en un ciclo de lesiones.

Ver a un especialista fascial y educador de movimiento

Si tienes una lesión persistente, acabas de tener un esguince o simplemente no te sientes bien últimamente, aquí es donde puedo entrar a apoyarte. La terapia Craneo-Sacral, la terapia Manual Visceral y la Fasciaterapia trabajan todas con esta maravillosa envoltura llamada fascia.

Aunque una terapia se centre más en el sistema nervioso, otra en el sistema visceral y la ultima en el sistema musculo esquelético, como hemos visto, fascia hay solo una, compuesta de diferentes capas o planos que se comunican como una tela de araña en tres dimensiones. Y, como dice Tom Myers, al intentar crear un enfoque lo mas holístico posible debemos tener en cuenta todos los planos que constituyen este tejido conectivo o fascia que es lo que conseguimos al unir estas tres modalidades.

Después de la terapia manual, a veces incluiremos consignas verbales, ejercicios sencillos basados en la Técnica Alexander, el Body-Mind Centering y la Gimnasia Sensorial para disminuir los patrones de movimiento destructivos inconscientes que pueden irritar la fascia.

Si necesitas un profesional especializado en el cuerpo y sus conexiones, contacta con nosotros y ten tu primera cita en Fascia Integral.

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