Durante las ultimas semanas he leído algun debate en los periódicos sobre el tema. Algun amigo ( estrenandose como padre) me comenta: «si mi hij@ hiciese aquello le daba una nalgada que…». Incluso el dueño de un restautante nos estuvo explicando, amablemente, lo beneficioso que era, de vez en cuando, hacerle «brillar el culito» a su hijo y nos animaba a que lo hicieramos nosotros también.
Desbordado por tanta informacion lo unico que me viene a la cabeza es esta imagen que un día encontré en un blog de un psicólogo de la isla (no recuerdo su nombre, la encontré via vía…)