10 años de crianza natural

10 años de crianza natural

Hace ya más de 10 años que realicé el primer tratamiento con un bebé que estaba todavía en la barriguita de su madre, una buena amiga que sufría de ciática y que confiaba más en mi que en mis conocimientos y experiencia.

Pronto tendrá 10 años, desde su concepción, mi primea maestra, mi hija mayor, quién me permitió realizar las primeras prácticas, siendo sus sonrisas, sus llantos, sus silencios y sus cabezaditas, las señales que me ayudaron a ir aprendiendo a escuchar a los recién nacidos y los bebés.

Así que cuando Baby Shower de la mano de Georgette Brito, a la cual conozco y con quién colaboro desde hace ya 10 años, me propuso escribir sobre como ha evolucionado la crianza natural en estos últimos 10 años, me pareció que era el momento idóneo para echar la vista atrás y reflexionar sobre este periodo, a nivel personal, como padre y como osteópata  con consulta para adultos y personas mayores, así como recién nacidos, bebes, niños, jóvenes y mujeres embarazadas.

La crianza natural ha evolucionado mucho durante este tiempo, diría que en su mayor parte de manera positiva. Esto es debido a centros como Baby Shower, Lo verde, Amary Crianza y otros semejantes, que han sido puntos de referencia para familias que están interesadas en una crianza más cercana al infante, así como por la divulgación de otros enfoques a través de diversos talleres tanto en un plano educativo, como de acompañamiento psicológico y emocional, y que en algunos casos, como el de la lactancia materna, parecía que habían quedado relegados a un segundo plano por las generaciones precedentes. No quisiera olvidar a MAMACí, festival de cine organizado por un colectivo de matronas de nuestra isla, y que tanto nos ha inspirado, ni tampoco a la multitud de personas que aportan su granito de arena a diario, transmitiendo su experiencia a familias interesadas en la crianza natural.

Durante estos 10 años he experimentado varios cambios tanto como padre, como profesional.  Como padre, lo primero que quisiera destacar es que hace 10 años y hace menos de 10 también, las familias que porteábamos a nuestros bebes éramos realmente pocas, solíamos atraer muchas miradas en la vía pública, mientras que en los últimos años es algo mucho más común y no llama tanto la atención. Los beneficios del porteo son inmensos,  y ya hay muchos artículos publicados al respecto.

El movimiento BLW ha sido uno de los que más ha evolucionado en estos años. 10 años atrás, aquellos interesados en el BLW teníamos como reseña una página web en inglés que venían a dar más o menos tres consejos: Ponle a tu hija/o lo mismo que tu vas a comer, comienza cortando los alimentos en tiras del tamaño del dedo meñique y ten en cuenta que habrá mucho que limpiar después. Hay quien ponía a comer a sus hijos en un barreño para facilitar estas experiencias gastronómicas o gastro-sensoriales. Hoy en día, hay toda una serie de talleres, grupos en Facebook, instrumentos, protocolos, incluso recetas BLW. Pero aparte de su mercantilización, la cual también ha permitido que llegue a más hogares, el BLW entró con fuerza en el mundo sanitario, hasta el punto que dos años atrás, la AEP cambió las pautas alimenticias de los bebés, las cuales años antes estaban mucho más protocolizadas.

Durante estos años, a nivel médico también ha cambiado el sistema de vacunación, en cuanto a número de vacunas y  calendario, lo cual ha permitido unificar criterios. También se ha arraigado la prescripción de la vitamina D, así como la posición de dormir solo boca arriba para evitar la Muerte Súbita del Lactante. Otro cambio importante que he percibido a nivel médico es una mayor sensibilidad en los pediatras y enfermeros pediatras hacia diferentes enfoques de crianza, su capacidad para escuchar las distintas preocupaciones de las familias, así como su apoyo a la lactancia materna. Esta sensibilidad en el ámbito sanitario también se ha ido expandiendo en la sociedad, y viceversa, las familias vienen con más frecuencia a la consulta de osteopatía infantil y están mejor informadas al respecto. Cada vez es mas común y está mas aceptado venir a la consulta de osteopatía, y los datos en otros países de la Comunidad Europea donde la osteopatía está reconocida, y forma parte del sistema sanitario, así lo confirman.

Otro cambio importante ha sido la aparición de grupos de lactancia y consultoras de lactancia materna, de nuevo en centros de salud, llevados por matronas, y también en centros como los anteriormente citados.  Esto es de vital importancia, pues algo que no ha cambiado en los 10 últimos años son las dificultades que pueden presentarse con la lactancia materna, pero la posibilidad de compartir y recibir consejo es de gran utilidad tanto a nivel práctico como psicológico.

Con esto no quiero decir que la crianza natural se base exclusivamente en la lactancia materna, pues hay muchos tipos de lactancias que caben en este enfoque. Hay madres que han sufrido cáncer de mama, por ejemplo, y no pueden amamantar a sus bebes, algo que no les impide realizar una crianza natural, pues ésta no deja de ser una crianza donde se intenta incluir la perspectiva del bebé y su evolución fisiológica y emocional dentro de la educación y convivencia familiar.

En consulta, el cambio más significativo puede ser la presencia de los padres, aunque siguen siendo más las madres que vienen a la consulta de osteopatía infantil. Cada vez son más padres que vienen en consulta y que además no vienen para responder con las cejas indicando que mejor hable la madre, como a veces pasa, sino con un rol activo, comparten su experiencia, sus observaciones y sus dudas sobre la evolución del recién nacido. Es muy importante poder seguir creando este espacio en conjunto, y tanto que los padres continúen participando en este proceso de repartición de tareas y responsabilidades, también afectivas, como que las madres lo permitan.

A nivel clínico,  el cólico infantil, los problemas de agarre, y la plagiocefalia siguen siendo los  motivos más comunes en la consulta. El hecho de que la osteopatía esté cada vez mas difundida y aceptada en nuestra sociedad, gracias también a la crianza natural, más familias vienen a consulta por otros motivos, como presentaciones cefálicas anómalas (bebés que se les recomienda casco),  dificultades para conciliar el sueño, trastornos en la integración y proceso sensorial, hiperactividad,  ortodoncia, problemas respiratorios, asmas y alergias, estreñimiento e intolerancias alimentarias, enuresis, traumas, caídas y latigazos cervicales, escoliosis, e infantes dentro del espectro del autismo u otras diversidades.

Mi deseo para los próximos 10 años es que se continúe y amplifique la difusión  de estos movimientos iniciados por la crianza natural, y que surjan nuevas sinergias, a través de encuentros entre diferentes profesionales de la crianza como pediatras, osteópatas, terapeutas ocupacionales, psicólogos, fisioterapeutas, logopedas y odontólogos.  Así como el establecimiento y continuidad  de los grupos de lactancia y los bancos de leche.  A nivel insular, la aparición de centros de atención temprana, como en el resto del territorio, es una necesidad apremiante para  favorecer el crecimiento de nuestras hijas y de nuestros hijos, y mi deseo es que no pasemos otros 10 años sin ellos.

La labor de Baby Shower es muy importante para conseguir estos objetivos. Su invitación, de la cual me siento profundamente honrado y agradecido, es buena muestra de su empeño en  difundir los beneficios de la crianza natural. Estas iniciativas nos enriquecen como colectivo, y cuantas más personas, familias y profesionales se involucren en ellas, mayor será el beneficio para la sociedad.

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