Efectos de la compresión retenida en el niño en crecimiento

Infecciones

La presión moldeadora retenida de nacimiento limita la formación normal y el drenaje de los conductos sinusoidales en la cabeza, así como el drenaje venoso de la cabeza. Esto puede causar que el niño sea más vulnerable a infecciones, particularmente del oído y de los senos del cráneo.

Infecciones de oídos

En el caso del oído la presión retenida es el factor que más contribuye a las infecciones de oído recurrentes y a la otitis media crónica2 en los niños. El oído medio tiende más a infectarse cuando el niño está resfriado. Después no drena completamente y por ello es más vulnerable a una siguiente infección. Esta situación de infecciones repetidas Se hace más frecuente hasta que se sufre una pérdida de audición y finalmente un residuo pegajoso permanece en el oído medio (otitis media crónica).

La trompa de Eustaquio conecta el oído medio con la parte posterior de la garganta. Parte del cráneo, de entre dos huesos, y es vulnerable a los efectos de la presión en este punto. Si la trompa está incluso parcialmente bloqueada, puede incrementarse la presión dentro del oído. Los problemas de oído en los niños responden muy bien al tratamiento para reducir la presión retenida, para restablecer un drenaje eficiente del oído y para mejorar la función de la trompa de Eustaquio.

Senos nasales

Los niños que tienen presión retenida en los senos nasales respiran a menudo por la boca. El crecimiento normal de los senos se ve perjudicado, así como su drenaje. Estos son niños que moquean y tienen la nariz constantemente taponada.

Problemas conductuales

El modelo de comportamiento comienza en las primeras semanas de los bebés irritables, que duermen mal y que tienen constante necesidad de movimiento y de cambio de postura cuando crecen. Estos niños son en general más felices cuando se pueden mover, a menudo gatean y andan pronto.

Sin embargo, su intranquilidad puede evolucionar hacia un constante no parar de moverse, dificultando el estar sentado tranquilo y concentrado un minuto e incluso conducir a hiperactividad.

Esto a menudo tiene implicaciones una vez que el niño comienza la escuela, a partir del momento en que le resulta muy difícil el estar sentado tranquilo y permanecer haciendo una tarea durante periodos largos de tiempo. Esto puede disminuir su velocidad de aprendizaje. Con frecuencia el tratamiento osteopático en este estadio ayuda al niño a tranquilizarse, a dormir mejor, a permanecer sentado durante periodos más largos de tiempo y por ello, a mejorar la concentración y el aprendizaje. 

Dificultades de aprendizaje

El modelo descrito anteriormente conforma la base subyacente de algunas dificultades de aprendizaje. Si bien suave, el tratamiento osteopático que se proporciona al niño, tan pequeño como sea posible, puede ser suficiente para prevenir dificultades significativas de aprendizaje. Existe una estrecha asociación entre dificultades al nacer y dificultades de aprendizaje más graves, incluida la dislexia. Los efectos de las tensiones al nacer y los efectos subsiguientes de la compresión retenida, pueden ser suficientes como para modificar la actividad cerebral y alterar patrones de aprendizaje. En estas casos, la pedagogía convencional ayuda, reconvertir las vías nerviosas y ayudar al proceso de aprendizaje es esencial para el niño, apoyado por tratamiento osteopático para reducir, tanto como sea posible, los efectos de las tensiones del nacimiento.

Parálisis cerebral y otros tipos de daños cerebrales

Si la anoxia durante el nacimiento ha sido suficiente como para causar un daño cerebral, resulta casi invariable que el parto fue un parto difícil, con excesivas fueras compresoras sobre el bebé. El bebé dañado es incapaz de liberar los efectos amoldadores sin ayuda, así pues todos los comentarios anteriores se aplican sobre estos niños de la misma forma que sobre cualquier niño «normal».

Aunque el tratamiento osteopático no puede reparar las áreas dañadas del cerebro, se puede hacer mucho maximizando el potencial del desarrollo del niño y haciéndole sentir más cómodo.

Dolores de cabeza y otros dolores

Contrariamente a la creencia popular, muchos niños sufren de dolores de cabeza y dolor esquelético-muscular en la misma forma que un adulto. Es casi sorprendente que la causa sea a menudo la misma, concretamente los efectos retenidos de un trauma de nacimiento. A menudo los dolores de cabeza comienzan a la edad de siete u ocho años, que es cuando las suturas entre los huesos del cráneo se forman debidamente. Esta puede ser la primera señal de compresión retenida en el niño.

Los niños sufren también a menudo de «dolores de crecimiento» Estos son dolores profundamente localizados en la caña de los huesos largos, generalmente en las piernas, y son peores durante la noche. La causa es tensión dentro del hueso que está ofreciendo resistencia al proceso de asentamiento de un nuevo hueso cuando crece. La tensión puede estar relacionada con el nacimiento o con caídas y accidentes. Es perfectamente tratable por la osteopatía. Otros dolores esquelético-musculares en el cuerpo pueden aparecer por los mismos motivos.

Asma

Existen múltiples razones por las que se produce asma y aunque no se pueda eliminar por completo, la osteopatía puede hacer mucho para ayudar.

El pecho recoge mucha tensión debido al incremento en el esfuerzo muscular necesario para respirar. En casos más series esto llega a alterar el desarrollo de la caja torácica hacia Una clásica «forma de barril» La mayoría del esfuerzo respiratorio está dirigido a inspirar y a menudo la habilidad para espirar es mala. El tratamiento para volver la caja torácica más flexible y capaz de inspirar y espirar con menos esfuerzo, aliviará con frecuencia un estado asmático crónico.

Los niños asmáticos exhiben a veces signos de compresión retenida al nacer, a menudo respiran por la boca y pueden tener un historial de anoxia (falta de oxígeno a! nacer). El tratamiento de estas áreas, tanto como sea posible, reduce la gravedad del asma.

Problemas dentales

Los modelos dentales están a menudo predeterminados genéticamente y viene de familia. Sin embargo están también influidos par tensiones en el desarrollo impuestas sobre la cara en crecimiento. Las mismas tensiones, a través de la base del cráneo, que limitan el crecimiento normal de los senos craneales y su desarrollo en niños, también limitan el desarrollo de la cara. Esto lleva con gran frecuencia al hacinamiento de los dientes, necesitándose en algunos casos extracción dental y más tarde tratamiento de ortodoncia. Para en lo posible prevenir esta situación, es importante que el tratamiento del niño se realice cuanto antes, pero en cualquier caso antes de los cinco años. De los cinco a los diez años el rostro pasa por un periodo de rápido crecimiento. Este necesita progresar sin obstáculos para maximizar el espacio de la dentadura adulta.

Otros problemas de la infancia

Existen muchos otros problemas infantiles relacionados con tensiones al nacer y que responden también al tratamiento osteopático. Los principios básicos son los mismos.

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