Cómo cuidar de tus fascias

La fascia es una de las partes más importantes de su cuerpo, a pesar de que nunca se le ha dado la importancia sino hasta ahora. Por ello, os dejo consejos que podéis realizar vosotros sobre pequeñas acciones que podéis realizar para cuidar de vuestras fascias.

MUÉVELA

Las adherencias pegajosas se forman entre las superficies fasciales que no se mueven con regularidad, y con el tiempo estas adherencias llegan a ser lo suficiente fuertes como para inhibir el rango de movimiento. Tómate unos minutos a primera hora de la mañana para rodar en la cama y realmente estirar, desde la cabeza hasta los dedos de los pies, como lo haría un gato después de su siesta.

MANTELA LUBRICADA

Al igual que todos los demás tejidos del cuerpo, tu fascia está hecha de agua. Funciona mejor, se mueve mejor y se siente mejor cuando está hidratada. Por lo tanto, ¡a beber agua!

ESTIRA TUS MÚSCULOS

Cuando los músculos están crónicamente contraídos, la fascia que rodea a dichos músculos se contrae con ellos. Con el tiempo la fascia se vuelve rígida comprimiendo los músculos y los nervios.

ESTIRA TU FASCIA

Una vez que tu fascia se ha endurecido no quiere soltarse. Debido a que la fascia puede soportar hasta 363kg de presión por  1 centímetro cuadrado, no fuerces tu estiramiento. Estira suavemente. La Fascia también trabaja en ciclos como los músculos pero se contrae y se estira más lentamente. Para estirar la fascia, mantén suaves estiramientos de tres a cinco minutos, relájate  y respira a la zona, mientras mantienes el estiramiento.

RELAX!

Si te pasas todo el día tensa y contraída en un escritorio, los baños de hielo pueden no ser lo mejor para ti.  Un baño de sales de Epsom caliente de 15 a 20 minutos pueden convencer a la fascia tensionada para aflojarse, y de esta manera soltar los músculos de su territorio. Asegúrate de continuar luego con 10 minutos de actividad ligera para evitar la acumulación de sangre en los músculos. Utiliza un roller de espuma  (y como en el estiramiento, utilizar un roller de espuma para tus fascias es diferente que si lo haces para tus músculos). Se amable y hazlo con movimientos lentos, y cuando encuentres un área de tensión, mantén la presión sostenida de tres a cinco minutos. Puedes practicar el auto-masaje con las mismas reglas.

RESPETA TU CUERPO

Si estás pasando por un proceso de recuperación de una lesión, o volviendo de una cojera, ten cuidado: tu fascia responderá a tus nuevas mecánicas y, con el tiempo, incluso después de que tu lesión haya desaparecido, es posible que mantenga el mismo patrón de movimiento.

Este es uno de los motivos por los que se entra en un ciclo de lesiones.

Aunque estos consejos ayuden a la fascia en menor medida, siempre es importante acudir a un especialista profesional para que pueda cuidar de tus fascias correctamente. Contacta con nosotros para concertar una cita en Fascia Integral para poder cuidar de tus fascias profundamente con un profesional cualificado.

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