Meter un dedo dentro de la boca de un bebé es una prueba habitual que se hace con recién nacidos.
Últimamente encuentro a muchas familias que vienen a la sesión después de haber pasado por la página web. Así que tal vez sea interesante explicar algo más en profundidad esta pregunta para que las familias puedan venir mejor informadas y no se lleven demasiadas sorpresas.
Así que vamos allá:
¿Por qué tiene el dedo dentro de la boca de mi bebé?
La boca es un gran cruce de caminos dentro de la anatomía del bebé y del ser humano, por donde pasan el sistema digestivo, el sistema respiratorio, y el otorrinolaringológico. Forma parte del sistema primitivo de ataque y defensa, centro de comunicación para muchos, hogar del gusto, ventana o puerta de la personalidad. Es una entrada sensorial con conexión directa al sistema nervioso central, vínculo del placer, albergue de nuestra intimidad y sostén cervical entre otros.
Cuando el terapeuta invita al bebé a chuparse el dedo, primeramente está evaluando el reflejo de succión y el del vómito. También se evalúa el movimiento de la lengua, la abertura de la articulación temporo-mandibular o ATM, la musculatura alrededor de la boca y la suprahioidea. Así cómo verificando la existencia de frenillos tanto sublabial, sublingual y los llamados frenillos sub-bocales. En efecto, esto es lo primero que realiza el terapeuta con ese “masaje en el paladar” y aún hay más.
¿Cómo se hace?
Normalmente, el dedo se emplaza en la mitad del paladar duro, a no ser que el bebé tenga muy activado el reflejo del vómito y no permitirá que el dedo pase de la región pre-maxilar. De esta manera, se entra en contacto con el maxilar superior, hueso llave junto con los huesos malares o zigomáticos del viscerocráneo y que conecta con la otra división craneal, el neurocráneo, a través del esfenoides y los temporales.
Maxilar superior
El maxilar superior hasta el primer año de vida está dividido en tres partes:
- La pre-maxila donde se situarán los incisivos y los caninos
- Las dos partes derecha e izquierda se unirán mediante la sutura intermaxilar.
Muchos problemas de succión tienen origen en la disposición de estas tres partes, pues un paladar ojival (alto y estrecho) puede dificultar que la lengua llegue a tocarle, dificultando la succión. Esto puede fomentar una respiración deficiente, una tendencia al apiñamiento dental, dificultades para pronunciar ciertas consonantes, y, más adelante, la necesidad de ortodoncia. Uno de los posibles motivos para acudir a la consulta de Terapia Cráneo Sacral es cuando a los niños les recomiendan el uso de aparatos de ortodoncia.
Vómer
Volviendo de nuevo al centro del paladar duro, nos vamos a encontrar, en un recorrido vertical, con el vómer. Es una lámina ósea que conecta con el esfenoides donde reside la hipófisis, glándula reina del sistema hormonal junto con el hipotálamo, tensiones entre el maxilar superior y el vómer pueden afectar a la hipófisis apareciendo un desequilibrio hormonal en el bebé, niño o adulto.
El vómer también divide los senos paranasales siendo una pieza importante en la respiración y al ser un hueso frágil su desplazamiento forzará una desviación del tabique nasal. El dedo en la boca se convierte en una técnica muy útil en estos casos, así como en infecciones respiratorias de vías superiores. Otro de los motivos de visita a la consulta de Terapia Cráneo Sacral más desconocidos pero muy populares en otros países son las infecciones respiratorias, asmas, alergias, psoriasis, eczemas…
Articulación Temporo-Mandibular
A nivel de la Articulación Temporo-Mandibular, o ATM, el dedo en la boca nos permite evaluar la abertura y el sellado de la ATM, pudiendo distinguir si existe una dificultad a nivel articular o muscular tanto en la parte interna con los músculos pterigoideos, como externa con los maseteros, temporales y suprahioideos. Principalmente los cuales permiten morder, mascar, y triturar la comida, así como abrir la boca para poder coger el pezón de la mamá.
Un poco más al fondo, en la región del paladar blando, nos vamos a encontrar con los huesos palatinos que conectan con las alas inferiores del esfenoides, y donde se insertan los antes mencionados músculos pterigoideos, así como el constrictor superior de la faringe. Este es un músculo de vital importancia en la deglución y que, a su vez, conecta con el occipital. Razón por la cual muchas veces observarán que el terapeuta tiene la otra mano sosteniendo la cabeza del bebe a la altura de las cervicales altas y el occipital.
Técnica de dirección de energía
Para terminar, el dedo en la boca va a permitir al terapeuta realizar la técnica de dirección de energía. Es una técnica muy común en la osteopatía craneal. Es especialmente efectiva para los acabalgamientos entre las suturas. Desde el dedo dentro de la boca se genera un vector de fuerza de en dirección a la sutura que esté cerrándose, donde se sitúa por fuera la otra mano con la intención de abrir el espacio entre suturas. Siendo esta técnica osteopática una de las más empleadas para incidir en estas situaciones y prevenir el uso de cascos en los bebés, o fomentar que el uso del mismo sea más rápido y eficaz.
Por cierto, si tu hija/o se mete el dedo en la boca con insistencia o se tira de una oreja, posiblemente tenga algún tipo de restricción en las regiones anteriormente señaladas.
Es importante permitir que siga haciéndolo pues es su único recurso para aliviar esa tensión interna que está sintiendo. Sin embargo, es importante también llevar al bebe a la consulta de Terapia Cráneo-Sacral para poder liberar esa molestia. En Fascia Integral nos encargaremos de cuidar de tu bebé con mucho cuidado.